Mini-crónica de Revela-t

 
 Ya de regreso de Revela-t y con la sensación de la necesidad de volver y re-encontrarme de nuevo con la creatividad, la artesanía en fotografía y el olor a fijador que selle nuevas amistades.

  No sólo de frikies de lo analógico se nutre Revela-t, exposiciones, talleres, demostraciones, conferencias, stands, ventas de fotos de autor e incluso gran paellada, barbacoa colectiva y fiesta con música en vivo (Revela-t no es elitista y los maestros conviven con los alumnos), acompañan un fin de semana el cual, la organización consigue que se nos haga corto.
 El parque Can Basté, y el pueblo Villasar de Dalt, es un lugar perfecto para las jornadas. Pese a ser la primera edición, su cercanía a Barcelona aseguraron la afluencia de público.

                   

                            

                            

   Como participante de un stand con Venta de mi obra fotográfica de autor y con la exposición colectiva Sales de Plata, me sentí arropado por la organización a la cual quiero agradecer el trato recibido, muy especialmente a Pep Mínguez y a Joan López.

   El próximo año... a Revelarnos de nuevo.