jueves, 24 de septiembre de 2015

Motivación.


 ¿Que empuja a meterme en el laboratorio cuando estoy cansado?

 La motivación es importante y no debe faltar, pero la mayoría de las veces, tras un duro día de trabajo, ésta aparece una vez me encuentro positivando en el, rodeado de químicos, olores, sensaciones y soledad.




 Dedicación, esfuerzo e interés por el resultado. Tan solo el haber realizado una buena copia es infinitamente mejor que no haber hecho nada.

 De siempre, he sentido el laboratorio, como un lugar para el recogimiento. Un santuario para  la reflexión, para el ¿Porqué? y el ¿Para que? fotografío.

 Y también está la música… y radio 3. Siempre trato de crear un buen ambiente para desenvolverme en el laboratorio. La música en el cuarto rojo se hace imprescindible e intento establecer una cierta conexión con ella. La música, nunca me falla.

  Tampoco esta nada mal motivarme revisando hojas de contactos. Un contacto interesante hace que mi motor creativo se ponga automáticamente en marcha. Lo que anteriormente no me pareció apropiado para hacer copias, el tiempo hace que lo vea con nuevos ojos. Las fotografías familiares son un buen ejemplo.





 Indudablemente, para obtener resultados, hay que remangarse. No hay otra y es imposible obtener resultados constantes esperando que estemos descansados. El tiempo pasa inexorablemente y el ya lo haré mañana se hace eterno.

 Acción o renuncia a tu trabajo, esa es la disyuntiva. Indudablemente, abogo con lo primero.



3 comentarios:

Rogelio Camargo dijo...

Has dado en la tecla, así es, pero a veces la luz roja se ve muy a lo lejos del túnel, pero se al menos que no soy el único al que le pasa, y eso reconforta.

Rogelio Camargo dijo...

Has dado en la tecla, así es, pero a veces la luz roja se ve muy a lo lejos del túnel, pero se al menos que no soy el único al que le pasa, y eso reconforta.

Julian dijo...


El laboratorio, Roge ….. ese lugar para la reflexión, para el encuentro.