Un cuidado catálogo acompaña la exposición. El prologo de Lola Garrido define con exactitud la visión del fotógrafo: "Existen en los rostros retratados por Atín Aya unas texturas en las que podemos leer historias de vida, son semblantes que nos dicen: soy como me estas viendo. Los tiempos de exposición parecen que duran toda la vida. La frontalidad los muestra totalmente expuestos. La soledad y el silencio son los principales motores de este ensayo sobre la dignidad humana".
Magnifica muestra que aconsejo visitar. Como diría Joan Fontcuberta, aquí hay fotografía fotográfica.
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