miércoles, 9 de diciembre de 2009

One hundredth of a second


Os dejo éste enlace a un vídeo, el cual me ha hecho reflexionar.

17 comentarios:

Sergio Jaén Lara dijo...

Es un video repugnante con una carga moralista de muy bajo calado y con mucha mala leche.
En primer lugar el video está muy mal hecho, desde la protagonista que no sabe coger una cámara hasta el premio dorado (yo no conozco nada igual).
Este video forma parte de intentos de desprestigio de la profesión de fotoperiodista de guerra, que comienzan con la equiparación primero del fotógrafo con el asesino, pasando por decir que todos los fotoperiodistas mienten (equiparación de la parte por el todo) y acabando con el desprecio del esfuerzo de unas personas que se están jugando la vida para mostrar unas imágenes.
Como video, atenta también contra la imagen de James Nacthwey, ya que este video no es mas que una parodia del famoso WAR PHOTOGRAPHER que protagoniza el de Siracusa, utilización del fotómetro incluida.
Cuando la gente ve este video no duda en recordar la figura de Kevin Carter y su famosa foto de la niña y el buitre; lo que no saben es que ni la niña murió y que Carter no se suicidó por no poder digerir la repercusión de la foto sino por la muerte de un amigo y por estar sumido en una profunda depresión.
No conozco los intereses de estas campañas de desprestigio que presentan a los fotógrafos de guerra como máquinas de fotografiar sin escrúpulos, enriquecidos mostrando la miseria del mundo.
La miseria existe y alguien tiene que mostrarla y no conozco ningún fotógrafo rico; la única que existía (Leibovitz) está en la ruina mas absoluta.

Julian dijo...

Contundente Sergio.

J.C. Rodríguez dijo...

Mas allá de la situación extrema y artificiosa que narra el video la cuestión de fondo sigue a mi juicio abierta; ¿Qué lugar en la jerarquía de las prioridades ocupa la captura de la imagen?.
Tengo dudas. Pero creo que el fotógrafo de conflictos está realizando su trabajo. Igual que un médico, un cocinero o cualquier otro profesional. Y me imagino que para poder realizarlo necesitará alcanzar un grado de concentración y de tensión tremendos. Así el fotógrafo logra no tirar su cámara al suelo y derrumbarse ante el horror. Pero luego, cuando el estrés desaparece, llega el tiempo de los fantasmas. Y yo, que los imagino humanos y casi siempre comprometidos, creo que que en algunos casos acumulan "heridas de guerra" que no se pueden ver.
En todo caso estoy convencido de que en la inmensa mayoría de las ocasiones el fotógrafo de guerra no tiene capacidad de influencia directa mas allá de lo que implique su sola presencia. Y si en algún caso excepcional ha tenido que tomar "la decisión" supongo habrá acertado o no. Pues siguen siendo humanos.
Mientras tanto yo sigo haciendo fotos intrascendentes. Y no encuentro solución para la eterna pregunta. Aunque prefiero tener dudas a una mala respuesta.
Desde aquí, por si no quedara claro, declaro mi mayor respeto y admiración por estos profesionales.

Julian dijo...

Perfecto. Totalmente de acuerdo con tu opinión. Mucho más allá de la luz y la composición está el deber de informar. La fotografía, ante todo, es un documento excepcional, y nos permite a los fotógrafos recordar, y recordar es volver a vivir.

JOSE LUIS LOPEZ PRIETO dijo...

Hay tantas lecturas de estas imágenes que no sabría como empezar a comentarlas.
lo que si te puedo decir es que no te dejan indiferente por lo menos a mi.
Me tiembla el cuerpo y no me apetece volver a verlas. aunque es un montaje, refleja lo que está pasando en este momento en algún lugar.
Dijo Capra que si no tienes buenas fotos es porque no estas lo suficientemente cerca,pero a veces estar demasiado cerca sirva para hacer otro disparo no con una escopeta pero si con otra arma tan poderosa como ésta,LA CÁMARA FOTOGRAFICA.

Pedro Belizon dijo...

Siempre he pensado que las fotografías de guerra, están bien para informar de qué está pasando, pero
ha llegado un punto, que hemos llegado a no tener la capacidad de asombro, al verlas tan a menudo en las
revistas e informativos. Particularmente pienso que los fotógrafos de guerra buscan mas las fotografías mas
crudas simplemente para que se les premien, llegando a contaminar y endurecer los sentimientos de las
personas. Dijo un sabio que cuando el hombre pierda la capacidad de asombro estará perdido.
Un abrazo Julián.

Sergio Jaén Lara dijo...

Contestando a Jose Luis Prieto:
Esto no tiene porque estar ocurriendo en ningún sitio, es un suceso inventado en el que se narra el hecho de que un fotógrafo se encuentra en la diatriba de fotografiar o de ayudar a esa chica y elige fotografiar.
¿Qué debería haber hecho? ¿Estar en el sitio o ser parte de la situación?
Otra coincidencia y otro paralelismo con el film War Photographer. James Nachtwey fotografió el linchamiento de un separatista de una de las islas de Filipinas por parte de una masa encolerizada. Lo vieron y lo mataron, como quien come pipas, así de fácil.
¿Es una coincidencia que ocurra algo parecido en el video?
¿Que debería haber hecho Nachtwey?
Él se arrodilló y pidió que lo dejaran pero claro, fué un cobarde, cualquiera de estos que proclaman que esto de la fotografía de guerra es un negocio, cualquiera de estos que realiza este tipo de de videos tan fáciles, cualquiera de ellos se hubiera enfrentado a la turba y rescatado a ese hombre ¿Verdad?

Contestando a Pedro Belizón:
Fué Susan Sontag la que pregonó el efecto narcotizante del exceso de imágenes y del exceso de sangre; y sobre todo el riesgo enorme que tiene enseñar que toda esa miseria, de la barbarie, sea mostrada de una forma bella, porque así el mensaje puede quedar tergiversado.
Pero es que este video ya llega tarde, los objetivos están cambiando, los fotorreporteros, por lo menos los buenos, o mejor aún los inteligentes (Ybarra Zavala, Hetherington, Christopher Anderson,...) ya llevan tiempo dándose cuenta de que la búsqueda de la foto no puede convertirse en la búsqueda de la imagen mas espectacular o mas sangrienta, y han decidido ir mas alla´.
Para ilustrar esto solo hay que ver como Hetherington ha retratado a los soldados en Oriente Medio, durmiendo, queriendo expresar otro tipo de mensaje, dando una vuelta de tuerca para que recapacitemos, para que veamos que son personas las que hacen la guerra; queriendo mostrar otras visiones distanciadas de la sangre; aunque no lo olvidemos, sangre sigue habiendo.
Por lo tanto no creamos que hemos descubierto la rueda, cuando los que la usan ya hace bastante tiempo que se han dado cuenta de los problemas relativos a su medio y sobre todo ya están aportando soluciones a esos problemas.

Otra coincidencia y otro paralelismo con el film War Photographer. James Nachtwey fotografió el linchamiento de un separatista de una de las islas de Filipinas por parte de una masa encolerizada. Lo vieron y lo mataron, como quien come pipas, así de fácil.
¿Es una coincidencia que ocurra algo parecido en el video?
¿Que debería haber hecho Nachtwey?
Él se arrodilló y pidió que lo dejaran pero claro, fué un cobarde, cualquiera de estos que proclaman que esto de la fotografía de guerra es un negocio, cualquiera de estos que realiza este tipo de de videos tan fáciles, cualquiera de ellos se hubiera enfrentado a la turba y rescatado a ese hombre ¿Verdad?

Contestando a Pedro Belizón:
Fué Susan Sontag la que pregonó el efecto narcotizante del exceso de imágenes y del exceso de sangre; y sobre todo el riesgo enorme que tiene enseñar que toda esa miseria, de la barbarie, sea mostrada de una forma bella, porque así el mensaje puede quedar tergiversado.

Alberto Otero dijo...

Hola a todos. A pesar de no querer ver el vídeo, de saber que no son imágenes reales, de tener ganas de llorar cada vez que avanzaban los segundos... puedo decir que es un claro ejemplo de crueldad, indignante, imposible de asumir. Creo que todos, alguna vez en la vida nos vemos ante esta situación. Sinceramente decir que me ha hecho vivir imágenes muy duras, que ya por sí solas día a día viven conmigo. Perdonad que os cuente esto, pero me gustaría compartirlo. Yo, al igual que otros amigos que han perdido a seres queridos, también me he visto en la encrucijada. Recuerdo a mi madre pidiéndome prácticamente que le salvara la vida y me recuerdo a mi mismo diciéndome que no tenía medios para ello. Una enfermedad irreversible que puede ser el asesino, mi madre que sería la niña y yo que no tenía cámara en ese momento, pero que os puedo asegurar que al igual que la protagonista, son imágenes para toda la vida, imágenes imborrables. Todo esto te hace ver la vida de otra manera, te hace mayor.
En cuanto a los fotógrafos de guerra, pienso que es un camino muy difícil de recorrer, pero es su camino, y si lo hacen para conseguir un buen premio, lo siento por ellos, al igual que dice Pedro Belizón, si se pierde la capacidad de asombro todo está perdido. Bueno, aunque podría contar muchas cosas mas , prefiero haber compartido con vosotros este momento de mi sufrimiento.
Un abrazo. Y sobre todo a Julián por hacernos compartir y ver la fotografía como forma de vida. Gracias Julián.

Jose Luis López Prieto dijo...

2ª Lectura
A parte de las deficiencias que pueda tener la producción ,yo me quedo con la
historia que se quiere contar.
Por otra parte ¿qué hubieras hecho tú? ¿hacerte el valiente? Posiblemente lo mismo o
la foto sería la tuya tirado en el suelo y hecha por otro fotógrafo.
En realidad no veo un desprestigio hacía el fotoperiodista sino sobre la sociedad
en general, porque es la que demanda estas imágenes. Al final del vídeo todo el mundo
aplaude y sonríe delante de la fotografía de la niña asesinada .La única que está sufriendo el dolor es la fotógrafa porque ese disparo también la alcanzó a ella.
Cada fotografía es una historia y cada espectador la puede interpretar como crea sin
llegar a la realidad.
Los que más se acercan a ésta realidad son el fotógrafo y la persona fotografiada que
en ocasiones no pueden contar su versión, como es el caso.
Sólo son opiniones y dicen que las opiniones son como el ombligo todo el mundo lo
tiene pero no sirve para nada.

Alberto Otero dijo...

Jose Luis eres un máquina. Creo que lo que dices es cierto. Es increible lo que es la humanidad, sonríen y aplauden una imagen que le puede destrozar la vida a cualquiera mientras la fotógrafa no puede soportar los recuerdos tan duros. Somos unos hipócritas.
Un abrazo Jose Luis.
Por cierto, ya muchos no nos vemos el ombligo gracias a photoshop. jajaja.

jose suraña dijo...

Hace ya un tiempo que vi este video así que esta vez, al reconocerlo lo he parado, no por que me espante la crueldad de la historia, que por desgracia ya estamos curados de espanto, si no porque me indignó la posición moral que se le había dado a las partes que participan.
No me quiero creer que nos pueda primar la profesionalidad más que la condición de ser humanos, no me puedo creer que alguien decidiera mantenerse como observador en esta situación, por mucho que fuera lo correcto, lo seguro o lo que procede, no me quiero creer que dos mil personas pueden sonreír y aplaudir ante el "hecho" de que una niña ha sido asesinada. O estoy en lo cierto o soy muy inocente.
Entiendo que hay que verse en la situación, que debe ser muy complicado, que está el miedo, pero si te paralizas como para no actuar, debería pasarte lo mismo al disparar tu cámara.
Creo que video es una crítica cutre al sensacionalismo y al poder de los media para inhibir la sensibilidad de los espectadores utilizando recursos trasnochados de doble moral. Hay mil formas distintas posicionarse ante la actitud pasiva del mundo antes que poner como ejemplo a los fotógrafos de guerra.
No podemos perder el sentido real de las cosas y como dice Pedro Belizón, si perdemos la capacidad de asombro, que nos queda?

jose luis lopez prieto dijo...

Querido Jóse estoy de acuerdo contigo, pero esto es sólo un vídeo y no sé
si habían dos mil personas, el hecho es que los que estaban sonríen y aplauden
delante de la imagen, a tamaño gigante, de una niña muerta por un disparo en la
cabeza.
Puede que lo que dices de quedarte paralizado y no poder hacer el disparo de la
cámara pudiera ser lo más normal en la vida real pero esto es un vídeo y la fotógrafa
disparó.
Y claro que hay mil formas de mostrar al mundo lo pasivo de nuestra actitud pero
en el vídeo muestra la que le sucede a un fotógrafo.
Compartimos los mismos sentimientos y estos comentarios, gracias a nuestro amigo
Julián, nos hacen ser más Humanos.

Servicio de Salud Copmon dijo...

El video es bastante impactante. Está claro que está sucediendo a diario, lo que pasa que no nos enteramos y el planeta no hace nada como siempre. Que le den a una foto de una niña muerta con un disparo en la cabeza me hace reflexionar que tipo de jurado tiene esa mente tan retorcida. Donde han dejado los valores humanos para escoger una foto. Y la fotografa tambien tiene su merito, que se cree que por tener una "buena" foto, por lamarla de alguna manera, prefiere dejar que pase alguna trajedia y dilapidarla con su objetivo consiguiendo algo que nadie tiene. Creo que hay que saber donde está el limite de la fotografia y que hay que valorar las cosas. Y desde mi punto de vista, fotografiar la desgracia del ajeno no tiene ningun valor, por muy bien que esté la foto a todos los niveles. Porque pafra eso te vas a la cola del paro, y sin correr riesgos, le puedes hacer fotos a todos los que están allí, que seguro que tiene mejor calidad.

Mi Historia dijo...

Bueno, yo ya lo había visto y mi indignación fue tremenda. Estoy segura que una foto así jamás ganaría un premio pulitzer nada más que por lo desagradable y de mal gusto que es. Ya sep odrían haber documentado un poco más para hacer esto....mi sobrino de tres años sujeta la cámara con más estilo que la protagonista....ya no con más estilo, sino que sabe cogerla.
ESNo se si este documental es para desprestigiar a los reporteros gráficos en zonas de conflicto o al revés, pretende magnificarlo, sea una cosa u otra, no se asemeja a ninguna de las dos realidades ya que los hay sin escrúpulos como aquellos que realmente creen en su fotografía.
Se dice que pretenden hacer alusión a lo que le ocurrió a Kevin Carter....que también son especulaciones sin documentación.
No se, me parece curioso porque así veo qué imagen tienen de los reporteros gráficos en zonas de conflicto.
Gracias por el enlace.
Besos

jose luis lopez prieto dijo...

Totalmente de acuerdo
si estuviera vivo Robert Capa se enfadaría mucho por este vídeo y
porque yo escribiera mal su nombre.
Un saludo y adiós ha sido un placer señores pero tengo
que seguir con mis fotos comercia-
les con la única finalidad de ganarme la vida que ya es mucho para los tiempos que corren.

Sergio Jaén Lara dijo...

Mis referencias a Nachtwey y Carter no necesitan estar documentadas; como no llame a los autores del video.
Es una opinión construida en la vista de este video y en el conocimiento de la obra de esos fotógrafos.
La historia de Kevin Carter es la mas famosa, aunque como he dicho está tergiversada.

Aprovecho para comentar otro ejemplo de sensibilidad mal entendida.
El año pasado el fotógrafo Philip Blenkinsop fué galardonado con el Visa pour l'image. Cuando recibió el premio se abrazó con el presidente del jurado efusivamente.
Pues este acto normal en una persona que ha visto recompensado su duro trabajo durante meses en medio de la jungla camboyana, este acto que no debería extrañar a nadie, este acto normal fué duramente castigado por la mayoría sillonera, de sensibilidad exacerbada, de cortacesped y chancleta.
Que esgrimieron para castigarlo: "Míralo tu que feliz y sus fotografiados allí pasando penurias".
La conversación es un ejercicio satisfactorio casi siempre, pero con gente así, mejor no empezar ni a hablar.

PABLO LÉGORA dijo...

Me imagino que para ser fotógrafo de guerras hay que estar vacunados contra este tipo de barbaries,y como el fotógrafo social son conscientes de donde se meten.
La ética, la moralidad está en juego cuando tienes que vender tu trabajo, con esto no quiero decir que el fotógrafo caiga siempre en la trampa de la prostitución y de la inmoralidad, pero ahí están y estoy seguro que cuando se trata de ganarse la vida en más de una ocasión el fotógrafo miente o se deshumaniza sin más.
Otra cosa es lo que hacen fotógrafos como nuestro compañero Julián en sus trabajos personales, que captan el lado más humano de las gentes sin otro tipo de interés que el amor a la fotografía y el querer representar desde el prisma antropológico a un pueblo.
El video es repugnante, pero me imagino que en la realidad será aún peor,(recuerdo el comentario que hacen sobre las palabras de Sunsan Sontag) yo no serviría para ser reportero de guerra pero si lo fuera tendría que acarrear con todas las consecuencias éticas y morales.